La tradición oral aún viva permite la transmisión del conocimiento a la próxima generación. Cada corporación en Bali está trabajando en el mismo modelo. Algunas aldeas están especializadas en máscaras sagradas, algunas en tela fina, otras en talla de piedra. A veces nos gusta comparar su sistema de gestión del conocimiento con el de los gremios de carpinteros tradicionales en Europa que construyeron las catedrales. Este conocimiento es precioso e inevitable cuando se trata de la construcción de bambú.

Nos damos cuenta de que muchos países del mundo como Japón, Corea, Filipinas han perdido o casi han perdido esas competencias tradicionales. ¿Por qué? Porque los jóvenes prefieren trabajar en bancos o tiendas móviles en la ciudad. Es lo que llamamos el tsunami de la globalización que limpia el conocimiento oral tradicional en casi todo el mundo.

De todos modos, en Bali y algunas otras partes de Indonesia o en otros países como nuestros amigos en Tailandia, Myanmar, Perú o Colombia, este conocimiento está vivo y los actores están motivados y ansiosos por proteger y expandir este precioso conocimiento tradicional.